Obesidad
En el mundo de hoy es preocupante el ver como la obesidad ha aumentado en la población, y junto con esto los problemas que conlleva. La obesidad es una enfermedad nutricional crónica que se define como un exceso de tejido adiposo en el cuerpo; este exceso se relaciona con la salud incrementando la mortalidad. La obesidad es un factor de riesgo para enfermedades crónicas, tales como la diabetes, hipertensión arterial, ictus, enfermedades cardíacas y algunas formas de cáncer.
La obesidad se desarrolla a través del tiempo cuando uno ingiere más calorías de las que consume. Cada persona tiene requerimientos distintos en cuanto a cantidad de calorías necesarias y el consumo de éstas; influyen la genética, el ambiente, el estado emocional, entre otras cosas.
Factores Genéticos:
Según Luis Maya (2007) “Para que la especie humana sobreviva ha desarrollado en sus genes la capacidad de favorecer la ingesta de energía, almacenar esta energía y disminuir el gasto energético. Esta capacidad genética tuvo el objetivo de permitir la supervivencia en épocas de hambruna pero ha permitido en la actualidad el desarrollo de obesidad. La herencia puede ser responsable entre un 30 a un 40% de la expresión de factores relacionados con el desarrollo de obesidad.”
Factores Ambientales:
Los malos hábitos de la alimentación y el sedentarismo son causas para el desarrollo de la obesidad. EL sedentarismo, ha aumentado debido al mucho tiempo que se dedica a los artículos electrónicos como lo son la televisión, computadoras, videos juegos, etc., dejándose de practicar deportes o hacer actividades físicas, disminuyendo el gasto energético, favoreciendo así el desarrollo de la obesidad.
Para saber si uno sufre de sobrepeso u obesidad se utiliza un cálculo matemático donde se divide el peso por la estatura al cuadrado. El resultado de esta fórmula se llama el índice de masa corporal (IMC).
Si el resultado es menor a 18,5 se habla de estar bajo peso; si el resultado da entre 18,5 y 24,99 se habla de una condición normal; si resulta igual o mayor a 25 uno está sobrepeso, al llegar a 30 o más se llama obesidad; por último, si el resultado es igual o mayor a 35 se considera obesidad mórbida.
La obesidad se puede clasificar según cómo se distribuya el tejido adiposo. Puede ser de tipo androide, ginecoide u homogénea. Se determinan mediante la medición de la cintura como del Coeficiente cintura-cadera.
Obesidad tipo androide.
La grasa se encuentra central, a nivel abdominal y de tronco. Suele conocerse como la obesidad en “forma de manzana” y se ve mayormente en hombres. Esta obesidad es más peligrosa para la salud.
Obesidad de tipo ginecoide
La grasa se encuentra en la parte inferior del cuerpo, a nivel de caderas, nalgas y muslos. Se le conoce como la obesidad en “forma de pera” y se ve mayormente en mujeres. Se considera la obesidad ginecoide cuando el coeficiente cintura cadera es inferior a 1 en hombres y a 0,85 en mujeres. EL riesgo de la salud es menor en este tipo de obesidad que en la obesidad de tipo androide; no hay un exceso en el riesgo cardiovascular ni de diabetes.
Obesidad de distribución homogénea
Es un exceso de grasa sin una región predominante.
Es un tema interesante en especial porque es un problema que afecta a la mayoría de la población en la actualidad.
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